viernes, 25 de agosto de 2017

Etapas en el aprendizaje del Yoga

Quienes se inician en el Yoga se aproximan a las posturas (asanas) con una mente "sin educar". Tienen que aprender que al principio las asanas se practican sólo en el nivel del cuerpo anatómico, que es la etapa del principiante (arambhavastha); es una etapa importante y no conviene transitar por ella con prisas. Para aprender las posturas (asanas), los principiantes deben concentrarse sobre todo en realizar bien los movimientos. En las instrucciones se hace incapié en los puntos en los que debe fijar su atención, en los desplazamientos y movimientos importantes de la postura en que debe fijarse. los principiantes tienen que captar toda la asana y no perderse en los detalles mas sutiles. Es más importante empezar esforzándose por lograr estabilidad en la postura, porque así tendrá una base sólida. 
A continuación, entrará la etapa intermedia (ghatavastha), en la que los cambios en el cuerpo influyen en la mente. Al llegar a esta etapa, practicará los movimientos correctamente y su cuerpo estará bajo su control, pero deberá llevar la mente a todas y cada una de las partes del cuerpo. En las instrucciones para las asanas, los estudiantes de Yoga deben practicar las posturas (asanas) con una atención reflexiva y meditativa. Tienen que ser conscientes de sus tejidos, sus órganos, su piel e incluso sus células individuales. Su mente debe fluir por todas estas partes.
La etapa avanzada (parichayavastha) llega a continuación. Es la fase del conocimiento íntimo cuando la mente pone al cuerpo en contacto con la inteligencia. Cuando esto sucede, la mente deja de ser una entidad separada y la inteligencia y el cuerpo se convierten en una sola entidad. Ahora los ajustes son más sutiles y se producen en el ámbito del cuerpo mental y fisiológico, no sólo en los músculos, los huesos y la articulaciones.
La  etapa final (nishpattyavastha) es el estado de perfección. Una vez que la inteligencia siente la unicidad entre la carne y la piel, introduce el yo o alma (atman). Esto libera el cuerpo y lo integra en el alma en el viaje de lo finito a lo infinito. Entonces el cuerpo, la mente y el yo se vuelven uno. En este punto, las asanas pasan a ser meditativas y espirituales. Se puede llamar meditación dinámica. 


"El Yoga es eterno. Es perenne y atemporal. Es la respuesta a la infinita presión que ejerce sobre nosotros la vida moderna. Aporta equilibrio a nuestras vidas, tranquiliza la mente inquieta y nos lleva a un lugar de absoluta serenidad. Es entonces cuando descubrimos nuestro verdadero yo"

"El Yoga nos permite llegar a la meta de la vida, que es vivir con dignidad".
                                                                                 B.K.S. Iyengar
 

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